El Mullo o "El que está muerto" es ampliamente usado para describir un fantasma vampiro que retorna del reino de la muerte a espantar a sus parientes vivos. Por lo general se levanta de la tumba en la noche, pero al mediodía tiene en su poder a todo el ambiente, reinando sobre el paisaje y los caminos. El Mullo se puede aparecer como un cadáver reanimado, una figura espectral pálida o como una manifestación luminosa ("luces fantasmas"). Aunque el Mullo puede regresar a vampirizar a los vivos y agotar sexualmente a su pareja anterior, no son siempre necesariamente malignos. Los Mullos también son una ayuda para los vivos, regresando para cuidar y proteger a los seres queridos y desempeñando labores caseras, tanto en el hogar como en la caravana. En el culto gitano de la veneración a los antepasados se hace referencia al Mullo familiar, invocando al espíritu por ayuda en tiempos de penuria.
"He venido en respuesta a tus plegarias. La vida ya no tiene sentido, ¿verdad? El vino no tiene sabor. La comida te produce nauseas. Parece que nada tiene razón de ser, ¿verdad? ¿Y si yo pudiera devolverte todo? Calmarte el sufrimiento y darte otra vida. Una que no puedes ni imaginar. Y sería, para siempre. Y ni la enfermedad, ni la muerte podrían volver a tocarte. No temas. Voy a darte la ocasión de elegir que yo, no tuve. " Lestat de Lioncourt
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